martes, 15 de junio de 2010

Unos mas calvos que otros

Uno de mis refranes favoritos es "En cien años, todos calvos" que viene a ser lo mismo que el de que no hay mal que cien años dure. Y me pasa a veces que voy por la calle y veo a algun viejito y pienso que hace bastante menos de cien años era un tierno bebé que seguramente suponía para su madre el mundo entero y ¿qué le queda ahora al viejecito de su madre? ¿cuánto y como se acordará de ella?¿cómo de importante fue en su vida?

Por supuesto en cien años yo estaré requetecalva, y hasta Pablo, pero ¿qué le quedará de mi cuando sea un viejecito? (aparte del ADN mitocondrial) ¿qué recuerdos tendrá?¿cómo de importante habré sido en su vida, cuánto le puede influir lo que vive ahora? Estas dudas tamaño catedral de Burgos que a veces tengo sobre si debe comer pollo o dos o tres veces por semana no deben de afectar en absoluto a su vida adulta, pero en el fondo toda la suma de pequeñas cosas si tiene que tener su importancia. Al fin y al cabo es de lo que está hecho todo este bacalao, de pequeñas cosas.

Para completar la cosa, ayer vi a un chico por la calle que estaba fatal, se veia joven, alrededor de treinta años, delgadisimo, muy palido, con el pelo greñoso y sucio, vestido con una ropa que debia haber sacado de la basura y unas zapatillas de deporte rotas; muy probablemente enfermo. Estaba hurgando en una papelera, y también pensé que hace poco tiempo sería un bebé precioso al que su madre cuidaría, y que ella seguramente jamás pensó que su hijo sería como era ahora. ¿Qué le ha llevado a estar ahora así? ¿Por qué todos los bebés rebosan vida y posibilidades y después nos estropeamos todos tanto?

3 comentarios:

  1. Precisamente este suele ser uno de mis pensamientos más repetidos cuando veo la TV o ciertas personas por la calle... ¿cómo serían de bebés? ¿cómo estará su madre ahora viendo en qué se ha convertido aquello que con tanto amor vio nacer e ir creciendo? Mikel come muy mal y también pienso que siendo ahora un tema muy importante en nuestras vidas (la suya y la mía) el día de mañana, cuando sea un hombretón y lo comentemos como anécdota de sobremesa será muy divertido, una pequeñez en su vida de adulto. Y pineso lo mismo que tú; que todo es un suma y sigue, que cada cosita de hoy cuenta para el mañana. Todo puede llegar a ser importante para el adulto en el que se convertirá. Sólo deseo que mi influencia sea lo más positiva posible, que me tenga ahí para sus pequeñeces siempre y sepa que le ADORO pase lo que pase. Esto de ser mamá supone muuuucha intensidad!! Un saludo.

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  2. Yo también pienso a menudo, cuando veo a algún desastrado por la calle, que en su día debió ser un bebé monísimo.. ¿Qué se estropeó en el camino? Supongo que un conjunto de malas vivencias...

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  3. Ay que horror! Muchas veces cuando miro a mis hijos me sorprendo a mi misma pensando en como serán cuando sean mayores. Siempre pienso médico, actriz, tenista, abogado, periodista, pero y si se echaran a perder? Y si fueran como el chico que describes? Escalofrios me entran solo de pensarlo!

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