sábado, 24 de abril de 2010

abril 2010

Decía Albert (qué bonito nombre) Einstein que quien no puede asombrarse ni maravillarse está muerto, asi que yo estoy vivísima y coleando porque cada dia es un asombro y una maravilla.
Y no es que mi vida sea tan feliz de la muerte como un anuncio de compresas, no, mi vida es normalita y corriente, con cosas buenas y malas como todo el mundo, pero en lo que a los seis meses y pico de Pablo respecta, cada día es una cosa nueva, una diversión, un descubrimiento. Los que no tienen hijos (dudo que nadie sin hijos siga a estas alturas soportando este blog, pero por si acaso) no lo van a comprender hasta que no lo vivan en sus can.nes, y los que ya teneis hijos ya sabeis de qué hablo, así que no daré mas explicaciones.

Aunque me ando mudando de una casa a otra en una mudanza que parece no tener fin, me suele dar todo lo mismo, no tengo prisa mientras Pablete se despierte cada mañana sano, feliz y contento, mientras se quede frito cada noche en mis brazos de puro cansado, mientras le encante ir probando nuevos alimentos poco a poco, sin que tengamos que estar mirando un reloj, mientras le bañe un dia si y uno no, o dos no, o da igual... creo que si no estuviera Pablo andaría atacá de no encontrar nunca nada, de no saber a qué sitio me refiero cuando digo "casa", de ver lo horrorosos que son los azulejos de la cocina, de tantas y tantas cosas que no son mas que gilipolleces sin la menor de las importancias

Hoy estoy en una de esas dos medias-casas, por eso aprovecho para venir un poco por aqui, y decir que echo de menos a mi lista de blogs amigos, todos estos que andais a la derecha y que tanto me gusta leer, pero de momento la paella me reclama... besos y hasta pronto

miércoles, 14 de abril de 2010

Tuistin bai de pul

Lo de la natación para bebés, tengo que reconocer que me sonaba un poco al bebé de la foto, un niño que bucea con los ojos abiertos libre feliz y sonriente, pero aunque no ha sido tan ideal de la muerte, ha estado bastante bien. El primer dia, mucho recorrido piscina arriba y piscina abajo, llevando a los niños en diferentes posturitas, unas mas susceptibles de que tragaran agua que otras; un par de 'inmersiones' de las que Pablo salió no mal, pero si regular. El segundo día, ayer martes, fue bastante parecido en cuanto a los paseillos pero ya hubo tres inmersiones y salió del agua mucho mas contento. De cualquier manera, como ya escribió por aqui alguien que ya habia ido a natacion con bebés (lo siento, no recuerdo quien) es una experiencia muy bonita y una manera diferente de relacionarte y estar con alguien con quien pasas practicamente 24 h al dia.

Pues eso


domingo, 11 de abril de 2010