Decía Albert (qué bonito nombre) Einstein que quien no puede asombrarse ni maravillarse está muerto, asi que yo estoy vivísima y coleando porque cada dia es un asombro y una maravilla.
Y no es que mi vida sea tan feliz de la muerte como un anuncio de compresas, no, mi vida es normalita y corriente, con cosas buenas y malas como todo el mundo, pero en lo que a los seis meses y pico de Pablo respecta, cada día es una cosa nueva, una diversión, un descubrimiento. Los que no tienen hijos (dudo que nadie sin hijos siga a estas alturas soportando este blog, pero por si acaso) no lo van a comprender hasta que no lo vivan en sus can.nes, y los que ya teneis hijos ya sabeis de qué hablo, así que no daré mas explicaciones.
Aunque me ando mudando de una casa a otra en una mudanza que parece no tener fin, me suele dar todo lo mismo, no tengo prisa mientras Pablete se despierte cada mañana sano, feliz y contento, mientras se quede frito cada noche en mis brazos de puro cansado, mientras le encante ir probando nuevos alimentos poco a poco, sin que tengamos que estar mirando un reloj, mientras le bañe un dia si y uno no, o dos no, o da igual... creo que si no estuviera Pablo andaría atacá de no encontrar nunca nada, de no saber a qué sitio me refiero cuando digo "casa", de ver lo horrorosos que son los azulejos de la cocina, de tantas y tantas cosas que no son mas que gilipolleces sin la menor de las importancias
Hoy estoy en una de esas dos medias-casas, por eso aprovecho para venir un poco por aqui, y decir que echo de menos a mi lista de blogs amigos, todos estos que andais a la derecha y que tanto me gusta leer, pero de momento la paella me reclama... besos y hasta pronto
Madre superiora, bióloga, gatoflauta aspirante a vegetariana. Si quieres halagarme, llámame loca.Yo también prefiero una mariposa al Rockefeller Center. Mi hijo me ha dado la vuelta como un calcetín, y a la vez soy mas yo que nunca. Una vez me teñí el pelo: nunca volverá a suceder. No puedo ser princesa porque nací guerrera. Odio las bodas, ir de tiendas, las peluquerías y las flores muertas. Leer me salva. Cocino con el corazón, de otra forma no me sale. Sólo veo lo que creo.
Pues tienes toda la razón;tener un hijo te hace descubrir el mundo otra vez, conocerlo todo de nuevo a través de sus ojos y es tan íncreible que engancha y te vuelve adicta a esas sonrisas maravilladas con cada acontecimiento. Con un niño cada día es único y diferente, con ellos muere la rutina, la pereza y la prisa... es genial tener un niño cerca, enseña tanto que parece increíble!!
ResponderEliminarHola¡
ResponderEliminarPermiteme presentarme soy tatiana administradora de un directorio de blogs y webs, visité tu página y está genial, me encantaría contar con tu página en mi sitio web y así mis visitas puedan visitarlo tambien.
Si estas de acuerdo no dudes en escribirme tajuanchita@gmail.com
Exitos con tu página.
Un beso
tatiana.
Pero si te he perdido la pista chicaaa!
ResponderEliminarNo se actualiza el Fevy ese de mi blog, grrrrrr.
Veo que va todo bien, me alegro, y que el enano ya nada y todo, jajajaja pobret.
Y la casa nueva es más cerca de "casa" o también por ahí?
Besus