Una rama de la psicología de cuyo nombre no me puedo acordar (¿PNL?) dice que la realidad cambia según las palabras con que se la nombre. Que tampoco inventan nada, porque eso viene ya de los tiempos del "todo es según el color del cristal con que se mire" y es confirmado por la física cuántica "el observador modifica la realidad"
Yo estoy de acuerdo y por eso quiero hacer una campaña para cambiarle el nombre a ese engendro plastificado y taaaaaan políticamente correcto que es el "chupete". Propongo que se llame, como ya denominé en la entrada anterior, "Consolador para bebés"
Me expongo a una granizada de críticas porque seguramente muchas de quienes estais ahí teneis hijos que lo utilizan; sólo anticiparme a responder que como siempre, todo lo que escribo aqui es mi opinión sobre las cosas, ni mas ni mangas.
En los adultos la sustitución de la carne por plástico es digna de pena. Hablo de la muñeca hinchable o de los consoladores, cuyo nombre fetén es 'dildo' pero que socialmente son mucho mas conocidos por el despectivo 'consolador' que viene a ser una especie de 'a falta de pan, buenas son tortas' pero siempre una opción de segunda, o de tercera clase, algo a lo que a escondidas y tristemente se tiene que recurrir a falta de algo mas humano y mas cálido.
¿Por qué entonces para bebés y para niños está tan bien visto socialmente meterles un pedazo de plástico en la boca desde que nacen para así entretenerles, calmarlos, engañarlos hay incluso quien dice?
Y eso que la palabra 'consolador' en cualquiera de sus sentidos, no me desagrada: cuando uno´, joven o viejo, está mal, lo que necesita es eso, consuelo. Menos da una piedra. Pero siempre será mejor un consuelo calentito que un trozo de silicona.
La guinda del pastel es la vuelta de tuerca o de tortilla que todo el mundo le da a la situación... cuando te dicen con una lógica extrañísima que tu hijo te-está-usando-de-chupete, pero claro, yo no puedo según esa misma lógica contestarle que tu marido te-está-usando-de-muñeca-hinchable.
Que exagero, que soy muy radical, que por un poquito no pasa nada, etc, etc... el "no pasa nada" también es una expresión morrocotuda aplicada a bebés y niños... pero repito esto es mi punto de vista, nada mas y nada menos
Madre superiora, bióloga, gatoflauta aspirante a vegetariana. Si quieres halagarme, llámame loca.Yo también prefiero una mariposa al Rockefeller Center. Mi hijo me ha dado la vuelta como un calcetín, y a la vez soy mas yo que nunca. Una vez me teñí el pelo: nunca volverá a suceder. No puedo ser princesa porque nací guerrera. Odio las bodas, ir de tiendas, las peluquerías y las flores muertas. Leer me salva. Cocino con el corazón, de otra forma no me sale. Sólo veo lo que creo.
Los chupetes en inglés se llaman pacifier, creo que queda claro.
ResponderEliminarDe todas formas, no he entendido bien qué propones, supongo que no ofrecerles nada... Porque ponerles al pecho cada vez que requieren consuelo es algo muy complicado, incluso para una mami que esté dedicada 24 horas al día a su hijo.
En nuestro caso, mi hijo se chupa el dedo con devoción y, francamente, hubiera preferido que se "consolara" con un cacho de plástico!.
La succión es un instinto que los bebés traen de serie, les proporciona el alimento y en consecuencia el consuelo por la cercanía de la madre.
ResponderEliminarYo no era partidaria de chupetes antes de que mi hijo naciera, se lo dieron en el hospital sin mi permiso, pero pude hacer. Después me costó un triunfo quitárselo.
Mi sobrina no usa chupe, usa la teta de mi hermana buscando el consuelo.
No sabría qué decirte. A mi el chupete me solucionó problemas, lo digo así de claro. No interfirió jamás con la lactancia y consoló mucho a mi niño en situaciones muy difíciles.
Yo, como Belén, creo que el chupete tiene su función...En mi caso, tampoco ha influido en la lactancia y, en cambio, ayuda a mi hija a relajarse...Más que consolador, me gusta la palabra en inglés, porque es más lo que hace, permitir al bebe estar en paz...
ResponderEliminarMi hija nunca ha querido chupete (parece que igualito que su madre). Se dedicaba a hacer lanzamiento de chupete desde el primer momento que se lo puse (2 meses). He tenido la suerte de poder estar con ella tres años así que tampoco ha recurrido al dedo. Creo que donde pueda estar la teti, siempre va a ser más entrañable (asegura la presencia de la mamá...), pero creo que tampoco hay que demonizar al "pacifier": puede resultar consolador para muchos bebés, sobre todo si la mamá no puede estar presente.
ResponderEliminarUn saludo
http://educaraloshijos.blogspot.com
Este es un tema controvertido ya q somos muchos los padres que frente al agotamiento del llanto continuo (en mi caso mi hija tenía muchisimos cólicos nocturnos y de madrugada) hemos recurrido al chupete como tabla última de salvación. Del mismo modo hay estudios realizados que sugieren que el uso del chupete, en las fases de sueño nocturno hacen que el chupeteo constante e ininterrumpido previene o reduce las posibilidades de muerte súbita en los lactantes menores de 12 meses. Tiene algo q ver con que el mismo chupeteo no deja q el niño o duerma tan profundamente que se apaguen 'los sistemas de alerta y supervivencia del bebé ' e incitan a que siga respirando. Dicho esto, tampoco están del todo claros los motivos exactos que propician tan fatal desenlace, sin embargo, spoesando los pros y los contra, y teniendo en cuenta factores como los colicos; el hecho de que sólo pude amamantar dos meses por razones física de mi cuerpo y el hecho de que soy logopeda y estaba del todo en contra del chupete antes de ser madre, por los trastornos orofaciales que un cuerpo extraño introducido puede causar (desequilibrios dificiles de solucionar a nivel de estructuras faciales, por el uso prolongado del chupete/succión digital), opté por dormir aunque sea unas horas seguidas. No negaré que lloré al v er mi voluntad derrotada por un trozo de plástico, pero durmió mi hija, mi marido y también yo. He de decir orgullosa que a los 18 meses conseguí reducir su uso a sólo por las noches y en la siesta, y hace menos de un mes, cuando todavía no ha cumplido los dos años, hemos hecho la transición del uso al no uso en tan sólo dos días que no fueron tan malos como esperaba y que hasta mi hija pareeció satisfecha con su logro de dormir como una niña 'grande' y con la consecuencia, que era el premio d ir l playa al di siguiente,donde todos disfrutmos de lo lindo. Qué he aprendido? A no ser tan tajante en mis opiniones acerca de cosas que no he vivido en carne propia, sobre todo si tiene solución a medio plazo. Ahora tengo otro chiquillo en camino y aun conservo la esperanza de ser capaz de consolarlo personlmente y no tener q recurrir al artilugio. En el caso de que lo haga, no me flagelaré por ello... Un saludo.
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