La trilogía es la siguiente:
A) ¿Estas embarazada?
B) ¿Y de cuanto estas?
C) ¿Y ya sabes lo que es?
Estoy hasta los gitanales de que gente que no conozco de nada, sobre todo clientas cotillas, se crean con el derecho de preguntar y sobre todo con el derecho de que les cuente mi vida.
Tampoco me gusta que cuando le cuento esto a alguien me contesten "bueno, no pasa nada" "no es para tanto" "no lo hacen con mala intencion" pero coño, tampoco pasaría nada si no se enterasen, ni yo tengo mala intención al no querer informar a quien solo quiere enterarse por puro cotorreo.
Ni que decir tiene que si me pregunta una persona que quiero, aprecio, o al menos que conozco de vista pero me caiga simpática, le cuento eso, eso y mas y como se descuide le pongo la cabeza como un tambor y le explico el triple screening y el test O'Sullivan de pe a pa. Lo que me molesta es que la gente meta los dedos. Porque cualquier día acabo gomitando
Madre superiora, bióloga, gatoflauta aspirante a vegetariana. Si quieres halagarme, llámame loca.Yo también prefiero una mariposa al Rockefeller Center. Mi hijo me ha dado la vuelta como un calcetín, y a la vez soy mas yo que nunca. Una vez me teñí el pelo: nunca volverá a suceder. No puedo ser princesa porque nací guerrera. Odio las bodas, ir de tiendas, las peluquerías y las flores muertas. Leer me salva. Cocino con el corazón, de otra forma no me sale. Sólo veo lo que creo.
Pues no te queda nada.
ResponderEliminarYa verás cuando nazca. Que si cómo se llama, que si qué tiempo tiene, que si duerme bien, que a qué guardería va, etc. etc. etc.
Besos y paciencia.
Jaja tienes razon Tan, pero vamos, que me pasa mas que nada con clientas cotillas... fuera del curro, no me importa contar porque es gente a la que si quiero contar... lo que empiezo a hacer es que a unas les digo que de 4 meses, a otras de 5, a otras de 6 meses.... unas veces digo niña y otras niño, y otras veces pongo cara de penilla y digo "no lo sabemos aun"
ResponderEliminarjajajajajaja, pues yo cuando veo una preñá me como las ganas de tocarle la barriga y no digamos ponerle el oído...daba un gustito...
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