Cuando yo era pequeña, me gustaba cuando íbamos a casa de una de mis tías, leer la revista que compraba cada semana. Y podría decir que era "Investigación y Ciencia" o por lo menos el "Burda" con esos patrones glamourosísimos, pero no, era ni mas ni menos que la revista mas vendida en Ep.paña: Pronto. La verdad es que siempre he sido una lectora impertinente. No, no quería decir impenitente y me he equivocado. Es que siempre me han acusado de ser impertinente, sobre todo de pequeña, que como era pequeña la gente no se cortaba y no es que me acusaran, es que insultaban. Bueno, que me disperso...
La cuestión, en la
Soon había una sección que se llamaba ¿Que hubiera sido de mi vida si...? y contaba unas historias que, aunque tuvieras once años, a la tercera semana sospechabas y a la cuarta no te cabía ninguna duda, siempre escribía la misma persona. ¿Qué hubiera sido de mi vida si aquella noche en lugar de enviar a Manolo a bajar la basura porque el juanete me estaba matando y él se cruzó con la pécora del segundo y terminó ventilándosela la hubiera bajado yo (a la basura, no a la pécora) como hacía cada noche? Porque al principio la señora estaba muy triste porque Manolo era su-Manolo, pero eso si, le daba mu mala vida, y a los tres meses de rigor conoció a un señor de patillas plateadas que ni fumaba ni bebía Soberano ni eructaba religiosamente después de cada comida, y que la llevaba en palmitas y la supo hacer feliz porque se acordaba de su cumpleaños y le elogiaba lo rica que le salía la tortilla de patatas, así que oye, la señora al final le debía su felicidad a un juanete, qué tontería... y claro ¿que hubiera sido de su vida si hubiera tenido unos pies de anuncio de Neutrógena?
De ese palo eran toooooodas las historias, un poco rollo culebrón: mujer pobre/maltratada/enmohecida sufre durante un tiempo pero lo lleva con dignidad hasta que por agacharse en la calle a recoger un vale de descuento para la lejía Conejo, conoce a caballero interesante de pensión generosa que la saca de fregar escaleras
Dicho lo cual, yo me planteo:
¿Qué hubiera sido de mi vida si no estuvierais ahí? ¿Cómo habría sido mi maternidad?¿Cómo lo habría vivido todo?¿Cómo vería el nacimiento de mi hijo por cesárea?¿Seguiría dándole "teta tan mayor"?¿Cómo le estaría tratando?¿Como le habría alimentado? ¿Cómo sería yo misma y cómo eso hubiera influido en Pablo?
Porque yo antes era de:
-Es que eso de preguntarle a un niño de dos años qué quiere cenar es alucinante. Un niño tiene que comer lo que se le de y punto.
-Mira que comerse lo que el niño deja en el plato
-No hace falta salir pitando de esa manera porque la niña llore un poco, que no se va a morir
-La supernanny esta es la caña... qué ideas mas buenas!
-Mira este libro de enseñar a dormir a los niños, qué interesante... a la primera amiga que se quede embarazada, se lo regalo
-Si, hombre, voy a perseguir yo al niño dándole el bocadillo a trocitos... si se lo come bien, y si no que se apañe
-Desde luego que andar con un bebé por la calle a las once de la noche...
-En cuanto me salgan canas, yo me tiño el pelo, vamos si me lo tiño (esta no es de niños, pero me apetecía contarlo)
Vamos que ahora estoy irreconocible.
Creo que la mayoría de cosas las habría hecho igual, porque aparte de impertinente, que aun a estas alturas no se si realmente lo soy o no, también se me ha etiquetado siempre de ser muy cabezota. Supongo que la revolución hormonal me habría llevado a cambiar en tantas y tantas cosas... pero solo lo supongo. Es imposible saber hasta dónde lo ha cambiado todo esto de la "blogosfera maternal"
Lo que es cierto es que haría las cosas con mucha menos seguridad, con falta de confianza y con muchas muchas dudas. Seguro que me hubiera preguntado muchas veces mas si lo estoy haciendo bien, si debía seguir mi instinto o hacer lo que me decían desde fuera.
Por eso hoy quiero agradecer a todas, absolutamente a todas las mamás, y a algún papá también, que los hay, a todos muchas gracias, por cambiar mi vida, la mía y la de mi hijo Pablo, por acompañarme, por sostenerme, por enseñarme a darme la vuelta, a sacarme capas, a abrir los ojos y a abrir el corazón. A veces parece que la "red" es una red casi física que te permite tener a la tribu que esta sociedad te niega. No podemos criar solas, al menos no podemos hacerlo igual de bien que acompañadas y sostenidas por otras mujeres. Y con muchas, aunque no nos conocemos físicamente, se crean unos lazos igual de reales que con alguien que puedas conocer en persona. A veces incluso mejores.