lunes, 9 de agosto de 2010

Cuatro años de embarazo

A raiz de leer el maravilloso blog de Carmen, me ha venido a la cabeza como fue, y como empezó la búsqueda de Pablo. Que oficialmente duró un año y medio, mas o menos (mas bien mas) pero yo, en mi corazón, hacía mucho mas tiempo que le empezaba a echar de menos.
Lo primero que me pasó fue empezar a recordar a dos hermanitos que habia cuidado hacía tiempo, durante un año. Y como no puede ser de otra manera cuando pasas tanto tiempo con unos niños los acabas queriendo, y después echando de menos. Tengo un recuerdo maravilloso de ellos. Pues en aquellos días me dio por pensar mucho en ellos, a echarlos de menos, a preguntarme cómo estarían... con un sentimiento un poco raro que no sabía reconocer. Hasta yo misma me preguntaba (con la cabeza, que es incapaz de dar una respuesta sensata) porqué pensaba tanto en ellos, después de tanto tiempo. Hasta que un día, parada en la puerta de mi habitación (Amparín es caprichosa) me di cuenta: "En realidad a quien echas de menos es a tu propio hijo, pero como aun no sabes sentir nada por él, has empezado por reflejarlo en otros" Así lo pensé y lo vi mas claro que la sopa de un asilo. Por aquel entonces ya llevaba un par de añitos con el que hoy es el papá de Pablo.
Coincidió por aquella época que mas o menos me tocaba revisión ginecológica, y para allí que me fuí yo sola tan tranquilamente, y mientras me hacían la ecografía que yo pensaba sería de rutina, me dejé llevar por la ilusion del día -sabía que aun lejano pero esperaba que ya no demasiado- en que en lugar de ver unas cosas raras en la pantalla, vería un bebé dentro de mi. Entonces la ecografía empezó a durar un poco mas de lo normal, los ojos de la doctora se fijaban con demasiada atención en algun punto concreto, y su cabeza se ladeaba para mirar lo que fuera que miraba desde distintos ángulos. Desperté del ensueño con un jarro de agua helada: tenia un pequeño mioma, no era nada grave ni mucho menos, pero nos veríamos en tres meses, a ver si se había reducido (cosa que era muy improbable) o había que operar.
Después de esperar, volver a esperar, pasar por mil y unas -siempre de buen ánimo eso si, siempre sabiendo que era algo benigno- despues de pensar que tendrían que abrirme para sacar aquello, después de que algun descerebrado me propusiera quitar todo el útero, de pasar por muchas consultas y muchas opiniones, después de pasar muchos, muchos meses, y después de coger la primera anemia de mi vida 'al límite de la transfusión' finalmente me operaron por embolización. La ginecóloga que me enviaba me había hablado muy bien de la técnica, sobre todo cuando se quiere conservar el útero, y me había hablado de una recuperación de unos tres meses. La operación fue un éxito, duró tres horas y media y yo sólo con epidural, eso si, medio grogui porque se ve que también me chutaban algo para atontarme, y cuando estaba saliendo del quirófano, el doctor vino a decirme que 'todo había ido estupendo y que ahora tienes que estar un año con anticonceptivos' Esa es la traducción, porque lo que yo oi fue ' todo ha ido estupendo, ahora tienes que esperar veinte años mas para intentar tener un hijo'
En el hospital me trataron genial, el postoperatorio fue muy doloroso, ya que la operación consiste en que te infartan el tejido, pero es que para mas cachondeíto cósmico, me pusieron en la planta con tooooooodas las recien paridas de allí, que iba yo con mi gotero paseando por el pasillo y todas tenian un bebé en los brazos y flores en la puerta,  y yo tenía... las ganas
Pasó el año, y pasó otro mas, y la búsqueda ya era búsqueda oficial, y pronto comenzó ese momento mensual de 'este mes tampoco' Pruebas médicas, todo -físicamente- bien, tristeza, mas pruebas, tests negativos, mas tristeza, muchas lecturas, test de ovulación, hoy no tengo muchas ganas pero venga va, tratamiento con pastillas, lista de espera para infertilidad, cansancio, a la mierda todo, voy a tomarme un descanso, test de embarazo positivo, temblor de rodillas, dios mio que pase ya el primer trimestre, sabes que estoy colgando en tus manos, asi que no me dejes caer, felicidad, tendrá que ser cesarea, no me importa, todo estupendo, Pablo

6 comentarios:

  1. Un camino largo y una gran recompensa es el resumen, ¿no?. Yo ahora estoy con mi mioma y lo tengo también en la cabeza. De momento parece que no hay que quitarlo, que no sería un problema para otro embarazo, pero si hay que hacerlo prefiero que sea cuanto antes porque quiero ser yo la que decida cuándo tener otro hijo, no una dichosa operación.

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  2. Jopé, vaya susto.

    Lo del hospital me ha recordado a mi hermana que antes de tener hijos (2), tuvo dos abortos la pobre. La primera vez la llevaron de urgencias al General y después del aborto la ingresaron en maternidad, con dos más en la habitación con sus bebés, las familias de visita todas felices, las flores y los regalos...y la pobre sin poder dejar de llorar. Fue horrible. Lo que cuestan los hijos...

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  3. Me has hecho llorar :-)
    Diferente historia, pero reconozco los sentimientos...
    Y la inmensa alegría de dejar de ser sólo yo para ser la mamá de Elsa :-D

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  4. Pero que post mas bonito!!!!

    Mi historia no fué como la tuya, pero me he visto reflejada en muchos momentos de tu relato...los test negativos, la tension que generan y sobretodo...el temblor en las piernas cuando al fin es positivo.El test salió volando por los aires de la emoción!!!!
    Momentos como esos no se olvidan.

    Un abrazo fuerte.

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  5. Qué susto! Y qué camino más largo para llegar a una preciosa meta. Menos mal que todo fue bien y tienes a Pablo junto a tí.
    Un beso

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  6. De mi "positivo" me enteré por teléfono con una llamada al Ministerio. Me había "quedado embarazada" el 3 de marzo de 2006, cuando nuestro expediente quedó registrado en China. De ahí al "parto" 3 años.... y un parto de 15 días y 5 aviones.... Precioso. Son recuerdos siempre hermosos, sean como sean.
    Gracias por mencionarme y por tus comentarios en mi blog.
    Un abrazo
    Carmen

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