Me despierto y se la hora que es por el programa de radio que están dando, en este caso "hablar por hablar" y en la oscuridad de la noche (vaya expresión mas repollo) los casos tristes me dan aun mas repelús de lo que me darían, y las cosas interesantes de las que pretendo acordarme al dia siguiente, se van a parar a la papelera de reciclaje del cerebro.
Pablo y su papi duermen como piedras y cariñosamente me roncan uno a cada lado, y eso que hoy nos falta el gato a los pies para completar la prueba de resistencia a la que sometemos a una pobrecita cama de 135. Asi que me he venido al sofa, al oeste la gata y al este una bolsa de picos de pan marca "Hacendado"
Hace mucho tiempo que no explico nada de mis gatos (el posesivo es una manera de hablar, porque no los considero "mios") La gata MariPuri - Maripu o Maripur - es superdulce con Pablo, acude pitando si le oye llorar, le cuida, le frota con la cabecita y se pone de espaldas a él, y le mueve la cola - para que juegue con ella, como hacia con sus cachorretes. Es un cielo de gata. El gato Cabezón, que se supone que se llama Sedaví, pero la vida nos ha llevado a otra cosa, ha sido por fin, recientemente "operado" (forma evasiva de decir castrado) y aunque no se ha producido el supermilagro de que se quede en casa tooooooodo el día, que es lo que querría yo, si que viene muchísimo mas que antes, y se queda mas rato y se deja mimar mucho mas. Otro cielo de gato.
Mucha gente me alerta de que los gatos le pueden hacer algo malo a Pablo, y no digo que no, y si pasa algo me sentiría fatal, pero sabiendo como son me resulta muy dificil pensar que deliberadamente los gatos le puedan hacer daño a Pablo; si nunca me lo han hecho a mi, no pienso que se lo vayan a hacer a él, que le quieren mucho mas. Y en cuanto al tema higiénico-sanitario -ya se que habrá pelos de gato por el suelo cuando Pablo empiece a gatear, por mas que se intente mantener limpio- creo que compensa mucho mas el cariño y el aprendizaje que da crecer con unos animales al lado, que los inconvenientes digamos 'inmunológicos' Que no se trata de echarles a los niños moscas en la leche para que se inmunicen, como cuenta Isabel Allende en alguna de sus novelas, pero estoy convencida de que un exceso de asepsia atonta el sistema inmune. En fin no me hagais mucho caso, que son casi las 4, asi que me voy para la cama, que empieza "si amanece nos vamos" Feliz mes de marzo y felices Fallas !
Madre superiora, bióloga, gatoflauta aspirante a vegetariana. Si quieres halagarme, llámame loca.Yo también prefiero una mariposa al Rockefeller Center. Mi hijo me ha dado la vuelta como un calcetín, y a la vez soy mas yo que nunca. Una vez me teñí el pelo: nunca volverá a suceder. No puedo ser princesa porque nací guerrera. Odio las bodas, ir de tiendas, las peluquerías y las flores muertas. Leer me salva. Cocino con el corazón, de otra forma no me sale. Sólo veo lo que creo.
Yo tengo tres gatas, tres. Cuando mi peque nació tenía dos, dos que me acompañaron todo mi embarazo, y me ronroneaban en la tripa todo el tiempo, les encantaba mi barriga, se acurrucaban contra ella. Cuando el niño nació lo miraban con atención, jamás hicieron nada, se acercaban a él cuando mamaba y se restregaban en su cabecita, le olían, y se quedaban sentaditas a su lado. Son un cielo. Este verano entró la tercera, es su compañera de juegos, su amiga, su gata. La adora, la coge, la mima, la besa, se besan mejor dicho. Son inseparables. Mi hijo, con 3 años, adora los gatos, entiende el respeto por los animales, y a pesar de los pelos, el aspirador todo el rato en ristre y demás molestias, estoy contigo, merece la pena.
ResponderEliminarLoca, a las cuatro de la mañana levantada...
ResponderEliminarYo soy más de perro, y cuando nació mi hija mi perro de entonces se portó de maravilla, se acercaba a oler la cuna como con miedo, y cuando le enseñábamos al bebé le olía la cabecita con mucho cuidado, luego se sentaba a nuestros pies como si así estuviera la familia al completo.
Supongo que te acercarás para fallas, ¿no?.
dicen que los que somos más de gatos somos más solitarios, no sé, lo que siempre me encuentro es que los enamorados de gatos son gente peculiar, y mucho escritor! yo no tengo gatos en casa, pero doy fe de la emoción que tiene mi hijo de casi dos años con los animalitos cada vez que le llevamos al zoo, y si estás dispuesta a limpiar el doble y a tener más trabajo, te felicito porque seguro que tu Pablo crece feliz con los gatos alrededor...
ResponderEliminarMe parece fabuloso como estás criando a tu hijo (yo me acabo de topar con tu blog y ya estoy opinando jeje) porque nada más positivo que inculcarle el amor de los animales a un niño desde muy pequeño. Será luego una buena persona con los animales y con sus semejantes.
ResponderEliminar