Mis perspectivas vegetariano-perroflaúticas van por mal camino. Me acabo de comer un bocata de jamon york. Y para comer voy a hacer lentejas con pollo. Y para remate, me planché el pelo y aunque no llevo mechas (nunca mais) me queda un poco piji, y como hace fresquete y no puedo llevar las sandalias jipilongas, mis planes al traste.
De todas maneras, lo de cenar verde si que va bien, ovo-lacto-verde, claro, a poc a poc... anoche coliflor hervida salteada con ajo y perejil; esta noche toca tortilla paisana: patata, cebolla, calabacin, berenjena y pimiento. Es un poco faenosa de hacer, pero vale la pena. Como diría Arguiñano hay que echarle cariño. Alguna vez he probado las tortillas plastificadas, no diré que no, pero tienen cero fengshui, el sabor es maluchi pero los chakras se quedan tristones, debe ser por los huevos pasteurizados de gallina torturada, y el contacto con el plastico y las bajas temperaturas...
De todas formas, estamos en el camino....
Madre superiora, bióloga, gatoflauta aspirante a vegetariana. Si quieres halagarme, llámame loca.Yo también prefiero una mariposa al Rockefeller Center. Mi hijo me ha dado la vuelta como un calcetín, y a la vez soy mas yo que nunca. Una vez me teñí el pelo: nunca volverá a suceder. No puedo ser princesa porque nací guerrera. Odio las bodas, ir de tiendas, las peluquerías y las flores muertas. Leer me salva. Cocino con el corazón, de otra forma no me sale. Sólo veo lo que creo.
je, je, me pillas asando pimientos, cebollas y berenjenas, para alimentar al perroflauta que anida en mí... eso sí, con un poquito de atún, que si no es demasiado
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