Después de un par de días con un hacha incrustada (¿o se dice un 'hacha incrustado? ahora tengo la duda) en la cabeza, cuando por fin desaparece es como si dios-nuestro-señor bajara del cielo a verte, trayéndote además un ramo de flores - en mi caso agradecería mas una maceta con una planta viva
Los cielos se abren y se despejan y sale el Sol, aunque esté nublado. Quien tenga dolor de cabeza ya lo sabrá y el resto, enhorabuena por no saberlo.
Pablo está a punto, a punto, a punto de andar (hace quince dias solo estaba a punto) Camina bien de una mano, y cuando lo dejas solo enfrente da 3 o 4 o 5 o hasta una vez 6 pasitos solo hasta echarse en tus brazos (momento superglucosa, por supuesto)
Por terminar un poco bien esta entrada mas sosa que una mata de habas, os dejo un enlace-sorpresa, a ver qué os parece!
Madre superiora, bióloga, gatoflauta aspirante a vegetariana. Si quieres halagarme, llámame loca.Yo también prefiero una mariposa al Rockefeller Center. Mi hijo me ha dado la vuelta como un calcetín, y a la vez soy mas yo que nunca. Una vez me teñí el pelo: nunca volverá a suceder. No puedo ser princesa porque nací guerrera. Odio las bodas, ir de tiendas, las peluquerías y las flores muertas. Leer me salva. Cocino con el corazón, de otra forma no me sale. Sólo veo lo que creo.
jueves, 27 de enero de 2011
viernes, 21 de enero de 2011
Sueño
Hemos pasado una noche mala, mala. Llevo despierta desde las cuatro de la mañana, hora a la que me tomé un nesquick (¿se escribe asi?) muy caliente con galletas, porque aunque en ese momento Pablo dormía, yo con tanto despertar y vuelta a dormir, hay muchas veces que me desvelo y ya no cojo el sueño ni a la de tres, y prefiero salir un poco de la cama y despues volver, pero hoy es que ni dejando a Pablo con nosotros en la cama ha dejado de despertarse cada media hora o así.
He estado tentada de dejarle dormir y no llevarle a la guarde esta mañana, pero dejarle dormir hasta muy tarde no creo que sea la solución. Yo no soy nada de seguir horarios ni rutinas -estrictas- pero creo que tampoco nos conviene dormir hasta las once o doce porque luego vas mas 'trastocado'
Así de poco interesante es lo que cuento hoy. Quejas. Espero poder leer esto o recordarlo dentro de un tiempo y sonreir pero hoy por hoy estoy hecha papilla; sin duda es la parte negativa -diría la unica casi- de la maternidad, esto de no dormir
Por quitarle un poco de cenizo al momento, contar que Pablo ya se mantiene en equilibrio solo cada vez mas tiempo, y cuando nos agachamos enfrente de él, y le pedimos que venga, da dos o tres pasitos solo que me hacen sentir como si fuera la primera y unica persona en el mundo que camina.
En fin, que vaya bien el fin de semana y hasta la vuelta!
PS Lo de quedar las de Bcn lo vamos hablando ok?
He estado tentada de dejarle dormir y no llevarle a la guarde esta mañana, pero dejarle dormir hasta muy tarde no creo que sea la solución. Yo no soy nada de seguir horarios ni rutinas -estrictas- pero creo que tampoco nos conviene dormir hasta las once o doce porque luego vas mas 'trastocado'
Así de poco interesante es lo que cuento hoy. Quejas. Espero poder leer esto o recordarlo dentro de un tiempo y sonreir pero hoy por hoy estoy hecha papilla; sin duda es la parte negativa -diría la unica casi- de la maternidad, esto de no dormir
Por quitarle un poco de cenizo al momento, contar que Pablo ya se mantiene en equilibrio solo cada vez mas tiempo, y cuando nos agachamos enfrente de él, y le pedimos que venga, da dos o tres pasitos solo que me hacen sentir como si fuera la primera y unica persona en el mundo que camina.
En fin, que vaya bien el fin de semana y hasta la vuelta!
PS Lo de quedar las de Bcn lo vamos hablando ok?
martes, 18 de enero de 2011
viernes, 14 de enero de 2011
Despertares
Pablo lleva una temporada despertándose mucho por las noches. Los días buenos se despierta 3-4 veces, los malos se despierta prácticamente una vez cada hora. Además se despierta en casi todas las ocasiones llorando, gritando, asustado... con la teta se calma bastante bien... y aqui viene cuando llueven las opiniones, que si habría que quitarle la teta, que si lo hemos acostumbrado mal (el pobrete nació acostumbrado a estar conmigo y yo no le he sabido o no le he podido quitar la costumbre, mireusté) que si hay que bañarlo justo antes de dormir para que se relaje y blablabla...
En la guardería me han pasado unas fotocopias donde la única cosa que he sacado en claro, mejor dicho, lo único que no es mas de lo mismo -la requetetraida y llevada rutina pre-sueño- es que no vea la tele antes de dormir... aunque antes Pablo se dormía igual, en el comedor, a la teta, con la tele a volumen bajo...
No se lo que le pasa o no se si es que no quiero saber lo que le pasa (esta segunda opción me pasa por leer a la Gutman) porque Pablo es un niño feliz, contento, juega mucho, se rie, le brillan los ojos, come con alegría, no está estreñido, no está malito...
Hemos intentado alguna noche que papá-de-Pablo le ayude a volverse a dormir en brazos, y muchas veces lo consigue, pero anoche por ejemplo no podía ser, además Pablo me llamaba con un ma ma maaaaa que me retorcía las tripas... al final fui con él, se calmó, se relajó, pidió un poco de tetita y se quedó a dormir conmigo media hora mas... hasta las cinco de la mañana o asi, que lo metí a su cuna porque una cama de 135 no da para dos adultos y un bebé que se coloca perpendicular a ambos...
En fin, que no duermo nada, y se me nota, en la cara, en el cansancio, y hasta en los ganglios se me empieza a notar... la semana que viene tenemos revisión con el pediatra y la enfermera, que son unos pro-teta y unos pro-colecho quepaqué; a ver qué nos dicen. Con muchísimas menos esperanzas tengo hora también con el Cdiap (psicologos del ayuntamiento)
¿Es aun tan pequeño como yo lo veo o se supone que ya tengo que empezar a mirarlo como 'un niño mas mayorcito, ya no tan bebé? Porque anoche cuando se pegaba a mi y buscaba mi calor no era mas que un cachorrito, y me acordé de aquella frase del "Bésame mucho" que dice "aquel niño que tan malas noches daba en casa, que dormía tan mal, aquella noche en brazos de su madre, en una estación perdida, dormió de un tirón, porque sabe que con ella está a salvo, que su mamá le protege de todo" (mas o menos la frase, eh, que no me la se de memoria) y despues pregunta CG ¿no es maravilloso para una madre sentirse asi? Y yo le diría: pues si, maravilloso y mucho mas
En la guardería me han pasado unas fotocopias donde la única cosa que he sacado en claro, mejor dicho, lo único que no es mas de lo mismo -la requetetraida y llevada rutina pre-sueño- es que no vea la tele antes de dormir... aunque antes Pablo se dormía igual, en el comedor, a la teta, con la tele a volumen bajo...
No se lo que le pasa o no se si es que no quiero saber lo que le pasa (esta segunda opción me pasa por leer a la Gutman) porque Pablo es un niño feliz, contento, juega mucho, se rie, le brillan los ojos, come con alegría, no está estreñido, no está malito...
Hemos intentado alguna noche que papá-de-Pablo le ayude a volverse a dormir en brazos, y muchas veces lo consigue, pero anoche por ejemplo no podía ser, además Pablo me llamaba con un ma ma maaaaa que me retorcía las tripas... al final fui con él, se calmó, se relajó, pidió un poco de tetita y se quedó a dormir conmigo media hora mas... hasta las cinco de la mañana o asi, que lo metí a su cuna porque una cama de 135 no da para dos adultos y un bebé que se coloca perpendicular a ambos...
En fin, que no duermo nada, y se me nota, en la cara, en el cansancio, y hasta en los ganglios se me empieza a notar... la semana que viene tenemos revisión con el pediatra y la enfermera, que son unos pro-teta y unos pro-colecho quepaqué; a ver qué nos dicen. Con muchísimas menos esperanzas tengo hora también con el Cdiap (psicologos del ayuntamiento)
¿Es aun tan pequeño como yo lo veo o se supone que ya tengo que empezar a mirarlo como 'un niño mas mayorcito, ya no tan bebé? Porque anoche cuando se pegaba a mi y buscaba mi calor no era mas que un cachorrito, y me acordé de aquella frase del "Bésame mucho" que dice "aquel niño que tan malas noches daba en casa, que dormía tan mal, aquella noche en brazos de su madre, en una estación perdida, dormió de un tirón, porque sabe que con ella está a salvo, que su mamá le protege de todo" (mas o menos la frase, eh, que no me la se de memoria) y despues pregunta CG ¿no es maravilloso para una madre sentirse asi? Y yo le diría: pues si, maravilloso y mucho mas
miércoles, 12 de enero de 2011
Mejor un virus que un niño
Es mejor un dolor de garganta, un malestar, un dolor muscular, es mejor tener fiebre y dolor de cabeza, a pasar un rato con cuatro niños.
Se supone que esto es asi y que además nos debería hacer gracia que unos publicistas nos lo cuenten.
Cuanto mas me fijo en cómo se trata a los niños menos me lo creo, habrá quien diga que soy una exagerada que le busca los tres pies al gato... pero cada vez veo mas y mas y mas ejemplos.
Se supone que esto es asi y que además nos debería hacer gracia que unos publicistas nos lo cuenten.
Cuanto mas me fijo en cómo se trata a los niños menos me lo creo, habrá quien diga que soy una exagerada que le busca los tres pies al gato... pero cada vez veo mas y mas y mas ejemplos.
sábado, 8 de enero de 2011
Conspiración, suerte y un empujoncito de internet
Dice Coelho, aunque en mi opinión carda muchísimo mejor la lana Richard Bach, que cuando uno quiere realmente algo, todo el Universo se pone a 'conspirar' para que lo consiga.
The question is: hace no mucho reflexionaba yo, todo lo profundamente que se puede refelexionar con un niño de 14 meses, sobre la gran cantidad de amigos -algunos muuuuuy buenos- que he ido perdiendo en la vida, ya se, ya se que a todos nos pasa, que es normal y blablabla, pero reflexionaba yo profundamente que a mi me ha pasado mas de lo normal, y, lo mas profundo de todo, hasta qué punto se dejó perder la amistad por culpa mia: por falta de sentido común, por desinterés o por simple y llana estupidez.
The real question is: en muy poco tiempo he recuperado a dos amigas con las que hace a) veinte años b) dieciseis años que no tenia contacto. Se que las cosas no serán como antes, pero serán como ahora. Y estoy contentísima y sobre todo con b) deseando ir a encontrarme con ella y darnos un abrazo digno del diariodepatricia. Siempre he defendido que la amistad (no voy a decir la verdadera, porque la amistad como el amor siempre son verdaderos, sino son otra cosa) salva tiempos y distancias, asi que ojalá la sensatez que traen los pelos blancos de mi cabeza me ayude a no tropezar de nuevo con la misma piedra y a disfrutar mucho y esta vez si, a valorar su amistad.
A ver si hay suerte -o conspiración- y no hay dos sin tres... ni cuatro... ni cinco...
The question is: hace no mucho reflexionaba yo, todo lo profundamente que se puede refelexionar con un niño de 14 meses, sobre la gran cantidad de amigos -algunos muuuuuy buenos- que he ido perdiendo en la vida, ya se, ya se que a todos nos pasa, que es normal y blablabla, pero reflexionaba yo profundamente que a mi me ha pasado mas de lo normal, y, lo mas profundo de todo, hasta qué punto se dejó perder la amistad por culpa mia: por falta de sentido común, por desinterés o por simple y llana estupidez.
The real question is: en muy poco tiempo he recuperado a dos amigas con las que hace a) veinte años b) dieciseis años que no tenia contacto. Se que las cosas no serán como antes, pero serán como ahora. Y estoy contentísima y sobre todo con b) deseando ir a encontrarme con ella y darnos un abrazo digno del diariodepatricia. Siempre he defendido que la amistad (no voy a decir la verdadera, porque la amistad como el amor siempre son verdaderos, sino son otra cosa) salva tiempos y distancias, asi que ojalá la sensatez que traen los pelos blancos de mi cabeza me ayude a no tropezar de nuevo con la misma piedra y a disfrutar mucho y esta vez si, a valorar su amistad.
A ver si hay suerte -o conspiración- y no hay dos sin tres... ni cuatro... ni cinco...
domingo, 2 de enero de 2011
Un tururú para empezar el año
Lo que ya sabíamos todos es que la periodista Syllvia de Béjar le plagió al Sr. Estivill (hay que ser perro, con perdón de los perros, para que te plagie otro, es que ni Anarrosa) el libro de Ferber basado a su vez en el del dr. Spock, sobre como """""""""""enseñar""""""""""""""""" a dormir a los niños (que digo yo que Pablo debe de haber aprendido a leer por su cuenta y se esconde el libro debajo de la cuna, porque sabe dormir)
Lo que no sabiamos todos, o bueno al menos no sabia yo, es que ademas del chorreo de libros querecaudó publicó como secuela -nunca mejor dicho- de que si cuentos para dormir, que si el sueño en adultos, y blablabla (siempre con su correspondiente coautor, como no) también ha sacado un cuento pretendidamente pedagógico sobre la adopción, que les debió llevar la friolera de 35 minutos escribir:
Sobre el libro, solamente divulgar en lo poquisimo que pueda la respuesta de la Federación de Asociaciones en defensa de la adopción y el acogimiento:
La Federación de Asociaciones en Defensa de la Adopción y el Acogimiento (CORA) protesta por el tratamiento dado a la adopción en el libro «Lila tiene un hermanito», del Dr. Estivill y Montse Domènech (Editorial Beascoa, 2006):
Queremos manifestar nuestra discrepancia con el contenido y la forma con la que se aborda la adopción en el cuento «Lila tiene un hermanito», del Dr. Eduard Estivill y Montse Domènech (Editorial Beascoa, 2006). Resulta evidente que los autores se han documentado escasamente sobre la adopción y las familias adoptivas, si es que lo han hecho en alguna medida.
El relato contiene errores de bulto respecto al proceso de adopción. En él se narra cómo los padres de la protagonista deben permanecer en Haití un mes para hacer «muchos exámenes», cuando cualquiera mínimamente informado sabe que –de acuerdo al Convenio de la Haya–, la formación y evaluación de la familia que solicita una adopción se hacen en España, y que la estancia de los padres en Haití rara vez supera la semana.
Sin embargo, ese desconocimiento no es tan grave como otros «detalles» erróneos que, a los ojos de un niño adoptado, resultan altamente inquietantes y perturbadores.
La adopción es una alternativa a la paternidad/maternidad biológica, ¡no un acto de solidaridad o caridad por el que nuestros hijos deban estarnos agradecidos! ¿Se imaginan lo que esa insinuación significa para la autoestima de un niño que se incorpora a una nueva familia?
Esta falta de empatía con los sentimientos del niño adoptado es una constante a lo largo del cuento. ¿Qué necesidad había de representar a la madre biológica del niño adoptado como fea, bajita y gorda? No hay que olvidar que nuestros hijos descubren a edad temprana que, cuando crezcan, no se parecerán a nosotros en el color de la piel, los ojos, etc., sino que han heredado muchas de sus características físicas de la familia en la que nacieron. Pero es que además, entre las muchas problemáticas de las mujeres haitianas no se encuentra la obesidad (y son en general de una gran belleza, como también lo son los hijos que traen al mundo y que llevan la hermosura en sus genes).
Mención aparte merece el cuaderno pretendidamente pedagógico que incluye el libro, un dechado de topicazos y falsos mitos que en nada ayudan a la integración y normalización de nuestras familias. Resulta increíble que alguien teóricamente competente en otras áreas de la educación infantil mantenga un discurso tan falaz.
Tristemente, los autores ni siquiera han hecho el esfuerzo de utilizar un vocabulario positivo y libre de prejuicios: cuando hablan de «hijos naturales», debemos entender que los nuestros son… ¿extraños? ¿Artificiales tal vez?
Afirmar que nuestros hijos se comportarán como «hijos naturales» si como a tales les tratamos no es pedagogía, es simplemente un disparate de gran calibre. Nuestros hijos han vivido unas experiencias muy diferentes a las de sus pares, que han marcado su desarrollo tanto físico como psíquico y emocional.
Fingir que sus necesidades no difieren de las de aquéllos que han crecido desde que llegaron al mundo en su familia es tan absurdo como pensar que un problema serio de visión se arreglará milagrosamente si actuamos como si no existiera. Las familias adoptivas somos tan familia como las demás, pero ignorar los retos específicos que nuestra paternidad conlleva sólo puede perjudicar a nuestros hijos, quienes necesitan que entendamos sus necesidades para poder desarrollar todo su potencial y convertirse en adultos felices.
Resulta bochornoso cómo los autores tratan de crear un discurso supuestamente positivo y pedagógico de la adopción minimizando algunos de esos retos. Pertenecer a una familia multirracial es una experiencia muy enriquecedora para todos sus miembros, pero ello no es óbice para que conlleve ciertos desafíos –tanto para los padres como para los hijos– que no podemos ni debemos obviar.
No siempre es fácil enseñar a hacer frente a un tipo de discriminación –a veces sutil, a veces brutal– que los padres nunca han experimentado en primera persona. Afirmar que el miedo a esa discriminación racial «es menor cada día» porque nuestra sociedad es cada vez más multicultural puede parecer una afirmación bienintencionada y esperanzadora, pero no es cierta en absoluto, y bien lo saben quienes la sufren en sus carnes. El racismo existe y está aún muy presente en nuestra realidad: nuestra obligación como padres es aceptar esa realidad y proporcionar a nuestros hijos los recursos necesarios para hacerle frente.
Es evidente que necesitamos bibliografía que nos ayude a explicar la adopción de forma adecuada a nuestros hijos e hijas y a otros niños y niñas, pero vendernos como tal un producto que potencia la perpetuación de falsos discursos y puede provocar inseguridades innecesarias en nuestros hijos no es de recibo.
Lamentamos profundamente que ni la editorial ni los autores de «Lila tiene un hermanito» se hayan tomado la molestia de buscar asesoramiento antes de lanzarse a hacer pseudopedagogía de la adopción y de nuestras familias, y les rogamos encarecidamente que retiren su edición.
CORA – Federación de Asociaciones en Defensa de la Adopción y el Acogimiento
Conclusión: Estivill, TURURÚ
Lo que no sabiamos todos, o bueno al menos no sabia yo, es que ademas del chorreo de libros que
Sobre el libro, solamente divulgar en lo poquisimo que pueda la respuesta de la Federación de Asociaciones en defensa de la adopción y el acogimiento:
La Federación de Asociaciones en Defensa de la Adopción y el Acogimiento (CORA) protesta por el tratamiento dado a la adopción en el libro «Lila tiene un hermanito», del Dr. Estivill y Montse Domènech (Editorial Beascoa, 2006):
Queremos manifestar nuestra discrepancia con el contenido y la forma con la que se aborda la adopción en el cuento «Lila tiene un hermanito», del Dr. Eduard Estivill y Montse Domènech (Editorial Beascoa, 2006). Resulta evidente que los autores se han documentado escasamente sobre la adopción y las familias adoptivas, si es que lo han hecho en alguna medida.
El relato contiene errores de bulto respecto al proceso de adopción. En él se narra cómo los padres de la protagonista deben permanecer en Haití un mes para hacer «muchos exámenes», cuando cualquiera mínimamente informado sabe que –de acuerdo al Convenio de la Haya–, la formación y evaluación de la familia que solicita una adopción se hacen en España, y que la estancia de los padres en Haití rara vez supera la semana.
Sin embargo, ese desconocimiento no es tan grave como otros «detalles» erróneos que, a los ojos de un niño adoptado, resultan altamente inquietantes y perturbadores.
La adopción es una alternativa a la paternidad/maternidad biológica, ¡no un acto de solidaridad o caridad por el que nuestros hijos deban estarnos agradecidos! ¿Se imaginan lo que esa insinuación significa para la autoestima de un niño que se incorpora a una nueva familia?
Esta falta de empatía con los sentimientos del niño adoptado es una constante a lo largo del cuento. ¿Qué necesidad había de representar a la madre biológica del niño adoptado como fea, bajita y gorda? No hay que olvidar que nuestros hijos descubren a edad temprana que, cuando crezcan, no se parecerán a nosotros en el color de la piel, los ojos, etc., sino que han heredado muchas de sus características físicas de la familia en la que nacieron. Pero es que además, entre las muchas problemáticas de las mujeres haitianas no se encuentra la obesidad (y son en general de una gran belleza, como también lo son los hijos que traen al mundo y que llevan la hermosura en sus genes).
Mención aparte merece el cuaderno pretendidamente pedagógico que incluye el libro, un dechado de topicazos y falsos mitos que en nada ayudan a la integración y normalización de nuestras familias. Resulta increíble que alguien teóricamente competente en otras áreas de la educación infantil mantenga un discurso tan falaz.
Tristemente, los autores ni siquiera han hecho el esfuerzo de utilizar un vocabulario positivo y libre de prejuicios: cuando hablan de «hijos naturales», debemos entender que los nuestros son… ¿extraños? ¿Artificiales tal vez?
Afirmar que nuestros hijos se comportarán como «hijos naturales» si como a tales les tratamos no es pedagogía, es simplemente un disparate de gran calibre. Nuestros hijos han vivido unas experiencias muy diferentes a las de sus pares, que han marcado su desarrollo tanto físico como psíquico y emocional.
Fingir que sus necesidades no difieren de las de aquéllos que han crecido desde que llegaron al mundo en su familia es tan absurdo como pensar que un problema serio de visión se arreglará milagrosamente si actuamos como si no existiera. Las familias adoptivas somos tan familia como las demás, pero ignorar los retos específicos que nuestra paternidad conlleva sólo puede perjudicar a nuestros hijos, quienes necesitan que entendamos sus necesidades para poder desarrollar todo su potencial y convertirse en adultos felices.
Resulta bochornoso cómo los autores tratan de crear un discurso supuestamente positivo y pedagógico de la adopción minimizando algunos de esos retos. Pertenecer a una familia multirracial es una experiencia muy enriquecedora para todos sus miembros, pero ello no es óbice para que conlleve ciertos desafíos –tanto para los padres como para los hijos– que no podemos ni debemos obviar.
No siempre es fácil enseñar a hacer frente a un tipo de discriminación –a veces sutil, a veces brutal– que los padres nunca han experimentado en primera persona. Afirmar que el miedo a esa discriminación racial «es menor cada día» porque nuestra sociedad es cada vez más multicultural puede parecer una afirmación bienintencionada y esperanzadora, pero no es cierta en absoluto, y bien lo saben quienes la sufren en sus carnes. El racismo existe y está aún muy presente en nuestra realidad: nuestra obligación como padres es aceptar esa realidad y proporcionar a nuestros hijos los recursos necesarios para hacerle frente.
Es evidente que necesitamos bibliografía que nos ayude a explicar la adopción de forma adecuada a nuestros hijos e hijas y a otros niños y niñas, pero vendernos como tal un producto que potencia la perpetuación de falsos discursos y puede provocar inseguridades innecesarias en nuestros hijos no es de recibo.
Lamentamos profundamente que ni la editorial ni los autores de «Lila tiene un hermanito» se hayan tomado la molestia de buscar asesoramiento antes de lanzarse a hacer pseudopedagogía de la adopción y de nuestras familias, y les rogamos encarecidamente que retiren su edición.
CORA – Federación de Asociaciones en Defensa de la Adopción y el Acogimiento
Conclusión: Estivill, TURURÚ
Suscribirse a:
Entradas (Atom)