Y de aqui directamente a los típicos babosos tópicos de que me hace mucho mas feliz otras muchas cosas que no se pagan con el vil metal o puto euro, cursilerias que ahorraré a las pocas personas humanas que me leeis, porque cada uno sabe ya -o debería saber- qué le hace feliz en esta vida y además es gratis.
Así que dentro de estos cuatro días que es la vida 2n, en este me toca una nueva experiencia que es manejar dineriki, para variar, y no es ni mucho mejor ni mucho peor que tener poca pasta. Ya lo sospechaba teóricamente, y estoy contenta de haberlo podido comprobar con la experiencia. Estoy contenta de haberlo ganado por fin con el sudor de mi bata, ha sido una prueba y un numero en un papel, y una manera mas de saber qué es lo que importa y lo que no.
Lo maravilloso de aprender algo es que nadie puede arrebatárnoslo.