En mi memoria están esos cuentos de Alice Munro en los que aparecen madres que leen incansablemente mientras dan de mamar y a menudo piensan en esa otra vida que se están perdiendo. Madres hechas de la materia de los seres humanos. Tan imperfectas como reales. (E. Lindo)
¿Llevo trece meses y medio leyendo incansablemente y perdiendome la vida?¿Qué vida me estoy perdiendo? ¿Ir a la farmacia a comprar biberones y los mil artilugios a su alrededor? ¿Darle a mi hijo leche de vaca en polvo con aceite de pescado a precio de oro? ¿Consolar a mi hijo cuando llora con un sucedaneo de teta hecho de silicona en lugar de con mi presencia?¿Me estoy perdiendo volver a un trabajo de mierda donde me paguen una mierda con un horario de mierda para poder pagar los biberones y la leche en polvo y poderme comprar mas ropa? (cuanta mas ropa tienes, mas viva estás, me imagino) ¿Me pierdo tener mas dinero para arrepentirme dentro de cuatro años de haber dejado a mi hijo para volver a trabajar a las 16 semanas y no haber estado con él al menos el primer año?¿Me pierdo los atascos, el centro comercial? ¡Eso sí es vida! ¿Me pierdo la promoción de Corporación Dermochorretica de 'Recupera tu silueta, mamá'? Porque con la teta pierdes peso que da gusto.
Yo seré muy rarita, pero nunca he sentido mas vida que cuando, después de vivir el embarazo, lo he prolongado de alguna manera alimentando a mi hijo de mi. Jamás he tenido la sensación de perderme nada. Al contrario, todo ha sido ganar. Los primeros dias, los primeros meses, me han dejado recuerdos que valen mas que el oro. He dado, y doy, teta en todas partes, en la calle, en el banco, en una tienda, en casa de amigos y familiares, en restaurantes. He viajado a muchos sitios y me he tomado una copita de cava cuando he celebrado y un orfidal cuando he estado atacá (previo vistazo a -lactancia.org). En trece meses pasan muchas cosas. No se qué idea tiene la tal Alice de dar la teta, si se imagina una señora llorosa y enclaustrada, que llora por su 'belleza' perdida tras el embarazo, y que odia dar teta pero lo hace.He estado tentada a poner en Google "Alice Munro, cuentos" pero luego lo he pensado mejor y refiero dedicar ese tiempo a buscar recetas de resposteria findesemanil, que es la nueva afición a la que papá-de Pablo y yo nos dedicamos. De todas maneras, Elvira, una cosa si te digo, bonita y es gracias por compararnos a las mamás que damos teta nada menos que con la Jolie. Uf! Ah y que oye, a mi me parece graciosísimo que tu Manolito Gafotas cene salchichas de marca (Día) cada noche, así que no te sepa mal si yo al mio le doy pescado, o, con la venia, tuya y de Oscar Mayer, judias verdes de vez en cuando.
Madre superiora, bióloga, gatoflauta aspirante a vegetariana. Si quieres halagarme, llámame loca.Yo también prefiero una mariposa al Rockefeller Center. Mi hijo me ha dado la vuelta como un calcetín, y a la vez soy mas yo que nunca. Una vez me teñí el pelo: nunca volverá a suceder. No puedo ser princesa porque nací guerrera. Odio las bodas, ir de tiendas, las peluquerías y las flores muertas. Leer me salva. Cocino con el corazón, de otra forma no me sale. Sólo veo lo que creo.