lunes, 17 de diciembre de 2012

No tengo ninguna paciencia con mi hijo.


La gente me dice que qué paciencia tengo con Pablo.
MEEEEEEEEC error!

Desde que Pablo nació (antes difícil, claro) me han dicho muchas, muchas veces 'qué paciencia tienes con él'   con esa misma frase o de otras maneras distintas. Y hasta hace poco no sabía porqué, pero nunca me ha gustado del todo el comentario.
Lo cierto es me he dado cuenta de que tengo muy, muy poca paciencia con Pablo. Paciencia se tiene con algo que fastidia, que molesta. No lo digo yo- lo dice la Real Academia Española- que la define como la capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse.
Como bien deberías haber adivinado, lo siguiente que voy a decir escribir es que yo a Pablo ni lo padezco ni lo soporto: lo disfruto.
Si, si, es verdad que hay días que cuando llegan las diez y media de la noche y no solo no se ha dormido sino que está mas fresco que una lechuga, le haría una tortilla de orfidales; es verdad que hay momentos puntuales en que se tira de pura paciencia, y ya está. Una es divina pero no tanto.

Pero normalmente que no le grite, que no le riña, que no le meta prisa, que no le chantajee, que no le compare, que no me burle, que no desprecie lo que siente etc, etc, etc,(*) no es porque tenga mucha paciencia: es porque me pongo en su piel: empatía; según la RAE identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro. Ahí si. Una definición bonita como un arco iris. Eso si reconozco tenerlo, y en cantidades industriales.

Por eso cuando Pablo se enfada (que se enfada) cuando llora (que llora) cuando pide cosas -aparentemente- sin sentido (que las pide) no tengo paciencia con él, no le aguanto, ni le soporto, sino que me paro dos segundos (a veces uno, con la práctica se mejora) a ver qué le ha pasado durante la mañana, la hora anterior, me pregunto si no es que tendrá hambre, o sueño, le pregunto según le veo si le ha pasado algo en el colegio, si es que no está a gusto porque hay demasiada gente, o lo que sea, y mientras él se lo piensa yo me centro, y casi siempre, casi, casi, casi siempre, las aguas se calman.


 (*)que no lo trate como veo que se trata al 90 % de los niños, siendo optimista.


miércoles, 12 de diciembre de 2012

Aqui huele a....

Se levanta el telón. Aparece una casa llena de basura y porquería. Eso si, no se ve apenas porque todo está oculto: en cajones, armarios, detrás del sofá..... Pero apesta.
Aparece Supernnanny. Se saca de debajo de la chistera un ambientador de esos 'inteligentes' que tienen 3 tipos de aromas diferentes a cual mas orgásmico y que con solo enchufarlo a la pared te vuelves ademas, rubia. Lo enchufa. Y ojiplática ella mira a cámara "¿lo veis? pero si aqui huele FENOMENAAAAAAL. Y se queda mas a gusto que un arbusto, la mujer. Y allá que se marcha, sintiéndose mas justiciera que el TiolaVara. Cumplió su misión.

Se baja el telón.

¿Cómo se llama la pelicula?
Trash Age III: la Edad de la M.

Pues eso es lo que hace esta buena señora, con, demás el alboroto que requiere un programa de televisión. Que lo mismo da que sea una cocina, una peluquería o unos niños "dictadores" aqui tenemos respuesta y solución a problemas a la de un, dos, tres, ya!

Y esto viene a que desde Crianza Natural, Ramón Soler nos relaja un poco la retina con un artículo sobre porqué somos mas partidarios de sacar el aspirador y pasar el trapo, que de soluciones 'mágicas' que además tratan peor a los niños que a los muebles. Muchas veces he dicho desde aqui que odio especialmente al gilipollas de la voz en off que se dedica a vomitar perlas del estilo "Anita se ha propuesto esta tarde acabar con la paciencia de su madre" "Juan no parará hasta conseguir imponer su voluntad" que dices "pero tontolhaba no ves que tiene dos años???"

A mi el programa me parece una apología del maltrato infantil... sería bueno ver un programa "educacional" de parejas donde la mujer llorando acude a su marido porque tiene algun problema o se siente mal, y el la aparta y sigue cerveza en mano viendo el futbol en el sofá, porque no puede acostumbrarla a que le va a hacer caso hasta que no se calme; eso si cuando deje de llorar que le de un vale cupón 0.50 euros de descuento para lejía. Y a respirar aire con buen olorcito.

martes, 11 de diciembre de 2012

El carbón te lo puedes meter por... la chimenea

Las peores cosas son, muchas veces, las que menos malas parecen, las mas inocentes, aquellas a las que la mayoría de la gente te contestaría con un 'pero si no pasa nada' entonado al son de 'pero mira que eres rarita'

Y si de la Falsedad Navidad ya sabemos que la parte 'mala' es el consumismo, el exceso en todo, etc, etc, etc, lo que no sabemos tanto, o no nos queremos dar cuenta (o a veces no podemos hasta que no llega un espíritu excelente a iluminarnos) es de las tonterías que repetimos como loros insensatos a nuestros hijos, una de las cuales como comenta Mireia es el superodioso ¿te has portado bieeeeeen?

Así que como mejor no lo puedo decir, os recomiendo si no lo habéis hecho ya que leáis su entrada sobre la  Navidad y el chantaje emocional a los niños. Si, es chantaje emocional. Es tratar a los niños como bobos. Mira que ese vecino rarito que apenas conoces te pregunte un día en el ascensor, con tonillo condescendiente "¿que, este año has sido bueno en el trabajo? mira que si no, la empresa no te va a dejar paga de navidad eeeeeeeh"

Yo desde luego ya estoy en preparación porque se me avecina la preguntita; tengo variadito para contestar segun quien y cómo pregunte (a Pablo, claro, pero de momento me pongo en modo madrepantojaon y respondo yo) desde 'no es que me porte bien, es que yo soy muy bueno' hasta 'mejor que tu seguro'

Yo también estoy convencida de que todos los niños son buenos. Y de que además podrían ser mucho mejores y durante mucho mas tiempo si les dejáramos en paz en muchas ocasiones y les trataramos con el mismo respeto con que el que tratamos a cualquier persona de cualquier edad.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Loca, histérica, bruja

Si. Si quieres halagarme, llámame loca. O como sugiere mi reverenciadísima Lady Vaga, llámame histérica. Pero si de verdad quieres hacerme gozar como una perraca, llámame bruja. Aun no soy lo suficientemente vieja, pero estoy en ello. Que te den, L'Oreal.

Y es que me empiezan a pasar cosas cada vez mas brujiles. Recuerdo cosas y les paso un fotossshop mental que se superpone al recuerdo. O me imagino emociones de colores, o de formas.

No digamos ya lo de escuchar voces. Vale, ya se que suena fatal, pero es que eso de escuchar a tu voz interior o intuición o llámalo como quieras, es adictivo, siempre sale bien y cuanto mas lo haces, mejor te sale... total que te enganchas.

La última vez que abracé al bisabuelo de Pablo, tuve una sensación a lo Medium (pero sin melenita rubia, claro)... a ver como lo explico... la misma sensación de fuerte vida de un bebé... pensé está volviendo... porque hasta entonces los saludos siempre habían sido como con murallas... y ahora ya no estaban, y despedía el mismo amor que una criatura que acaba de llegar.

Efectivamente, el bisabuelo de Pablo se está marchando poquito a poco hecho una pasilla. Iremos a verle y quiero que Pablo le vea; normalmente ni siquiera está en contacto con gente mayor, no digamos ya vieja. Para que luego digan que los niños en la guardería socializan. Y una mierda. Socializar es estar en contacto con la sociedad, lo cual debería incluir a personas de 0 a 99 años, no estar metidos un montón de horas en un sitio con gente solo de tu edad, los mismos día tras día. Que mi hijo luego ve una cara arrugada y se pregunta qué le pasa.

La palabra 'bruja' cambia y cambia mas de significado a medida que leo cosas. Ha pasado del concepto 'bruja' supermegahipernegativo, es decir, oficial, a ser mi ideal, mi aspiración, mi modelo. Quiero ser bruja, vieja, sabia, lista, inengañable (vale, no existe la palabra). Que nadie se meta con mis canitas, porque cada pelo blanco es una alegría o una tristeza que me ha dado la vida, y todas son mías, mías y mías.Y ahora me voy a remover el caldero.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Cambios

El otro día medio por casualidad, encontré un enlace donde venían los 100 blogs mas 'influyentes' sobre maternidad, crianza, etc y mira que sorpresa que el mio estaba... en el puesto nada menos que 66 pero estaba. Eso si, lo presentaban como "La vida por semanas" ¿¿¿???? Y luego me acordé de que ese era el nombre 'provisional' que tuvo el blog durante el embarazo, cuando efectivamente, cada martes era un nuevo 'ya estoy de 8 semanas, de 9 de 10..., de 12 ¡bien! y asi hasta la semana 38 donde me lo sacaron. Bueno pues que muy bien que me mencionen y blablabla, excepto por los chopocientos correos proponiéndome insertar publicidad QUE NO VOY A PONER ANUNCIOS ANDA A LA PLAYA HOMBRE YAAAAA PESAOS

El caso es que como es mi blog y hago lo que quiero, he decidido que vuelvo a cambiar el fondo, que lo de las hojas otoñales me gustaba pero no me terminaba de convencer, y le vuelvo a cambiar el título que en principio queda como definitivo, es decir, hasta que me salga a mi de la peineta volvérselo a cambiar.